Deza-Tabeirós
A Estrada invita a reconciliarse con la costura y el ganchillo
Ofertan talleres de frivolité, calceta, hilado o vestidos para bebés
La costura vuelve a estar de moda. Fue uno de los
pilares de la educación femenina del franquismo y, por oposición, la
actividad más denostada de la mujer progresista. Superados los traumas
de la liberación, la aguja vuelve a ser lo más «in». Las clases de
costura tienen casi tantas alumnas como las de zumba, las labores
inundan los blogs y la venta -on line o en los mercadillos de toda la
vida- de los productos se está convirtiendo en una alternativa solvente
al desempleo.
A Estrada ha decidido aprovechar el tirón de la costura
y, en pleno siglo XXI, se ha sacado de la manga una feria de labores
que el próximo mes de mayo alcanzará su tercera edición. Se celebrará
los días 10 y 11 y tiene ya confirmada la presencia de más de sesenta
firmas, en su mayoría gallegas.
Para los que apenas saben distinguir la calceta y
el punto de cruz, el certamen ofrece todo un universo por descubrir. En
él estarán presentes multitud de subsectores olvidados que llegan
pisando fuerte. Patchwork, amigurumis -muñecos tejidos con crochet-,
encaje, bordado, costura, patronaje, diseño, ganchillo, calceta e hilado
artesanal son algunas de las disciplinas en las que profundizar.
La muestra incluirá además la celebración de un
encuentro de palilleiras y de hilanderas de los colectivos gallegos que
mantienen viva la tradición.
La feria se complementará con una muestra de
artesanía y un salón de antigüedades y coleccionismo. En la sección de
artesanía se podrán encontrar desde bisutería, plata, cuero o
complementos hasta licores y repostería casera. Las antigüedades
abarcarán reliquias de almoneda y numismática, mobiliario, porcelana,
textiles, libros o piezas de decoración.
La entrada para el regreso al pasado y la reconciliación con la costura será gratuita.
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